Relatos de las tierras olvidadas

Este es el primero de una serie de relatos cortos que se desarrollan en las estepas centrales occidentales, estan narrados en tercera persona y giran en torno a un personaje, al que por ahora no voy a poner nombre, y su viaje por estas tierras, espero que os gusten.

CAPITULO 1

Una tierra helada, el color blanco lo cubre todo, un manto engañoso que se muestra luminoso pero que trae muerte y penurias a quien vive en estos territorios.

El bosque parece un testigo silencioso que observa todo cuanto ocurre allí, nada se mueve y no se escucha ni un solo sonido que rompa el mortuorio silencio de estas tierras tan inhóspitas, pero sí hay un sonido, algo resuena en la lejanía, una melodía que parece acariciar el aire que la transporta a través del espacio.

Una cabaña, aparece en la lejanía, sus ventanas conservan trazos que hacen creer que alguien se asomo algún día a través de ellas, su chimenea hace tiempo que no siente el cálido tacto de la leña ardiendo y las tejas de su tejado han perdido el color rojizo como si hubieran alcanzado la vejez.

Sin embargo el sonido de un piano suena en su interior, una melodía lenta, como si cada nota intentara perdurar en el recuerdo temiendo ser olvidada demasiado pronto.

Un hombre escucha esa melodía, sentado y apoyado en el piano, cubierto con una gran capa blanquecina como la nieve, que oculta su rostro que permanece agachado.

Al piano, una mujer de pelo negro como el azabache y manos que parecen esculpidas por el viento y la lluvia, toca cada nota con tanto cariño que parece que el tiempo se detiene a escucharla tocar, hasta que llega la última nota.

Durante un instante no se escucha nada, hasta que el suspiro de aquel que sigue apoyado en el piano lo rompe. Se levanta aunque su rostro sigue estando oculto bajo la tela blanca, se dirige a la puerta, coge una guadaña que a pesar de ser solo un objeto desprende un brillo que podría traducirse como tristeza.

Sale de la cabaña, sin mirar atrás, pues no en su interior no hay nadie de quien despedirse, solo un piano carcomido por el tiempo y nada más.

Muy interesante el relato Cuervo, tengo ganas de ver por dónde tira la historia que tienes en mente y además me ha ilusionado ver que las estepas empiezan a cobrar vida Very Happy

Empieza bien y promete cheers

JJ , podemos tener ahí a un necrómetra de los puros...

Yo también me huelo que terminará marchando por esos derroteros, pero de momento Cuervo Negro me ha dicho que sólo son recuerdos del hombre, pero eso, conociendo al escritor como lo conozco... jejeje. Tengo ganas ya de ver el segundo capítulo Very Happy

CAPITULO 2

Un bosque envuelto en el abrazo escarchado de un invierno que parece no querer marcharse nunca, cada día que pasa se pierde en el tiempo pues ninguno es especial y ninguno es diferente.

Sentado junto a un árbol, observa el pasar del tiempo que parece no querer transcurrir como si el pasado presente y futuro fueran uno, solo la llegada de las nubes indican que el tiempo sigue su curso y la nieve cae, congelando todo en su caída.

Emprende su marcha bajo la lluvia de hielo, sin mirar atrás, solo anda esperando que eso le libre del dolor que le corroe por dentro cada día, de una vida que hace tiempo dejo de ser una vida, el frio exterior no es nada más que una reacción física que no le produce el menor efecto, su cuerpo a renunciado a sentir nada más que dolor hasta el fin de sus días.

Sigue su camino, un gran claro blanco que parece inacabable se muestra ante él. Se adentra en su interior sin pensarlo, solo quiere seguir adelante intentar ver mas allá de esta tierra que ha sido su cuna y la tumba de tantos seres queridos.

En su camino se cruza un lobo, viejo y cansado de la vida. El animal se detiene delante de él, quizás creyendo que su vida ha llegado a su fin, en sus ojos puede verse su agotamiento de vivir pero también un tenue fulgor, recuerdo de tiempos mejores, tiempos en los que la vida era dura y deliciosa al mismo tiempo, cuando su aullido resonaba más allá de las montañas grises y los hombres se sentaban a escucharlo con respeto y también con temor y lastima, pues el aullido del lobo es como un réquiem, triste y al mismo tiempo con un sabor amargo como la muerte.

No será él quien termine con tan glorioso pasado, el tiempo de cada ser vivo llega a su fin cuando el reloj de la vida se para por completo, ni antes ni después. Sigue su camino y el lobo le sigue a él.

Quizás si es su verdugo, pero no hoy, no manchara con sangre este día, que si es diferente a los demas.

Mmm... ¿soy yo o nos terminas de cerrar la presentación del personaje?, lo que significa que vamos a empezar a ver su historia bounce

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Jue 4 Feb 2010 - 1:25

CAPITULO 3

El camino es largo, los minutos parecen horas y las horas días enteros. Sus pasos le han llevado durante semanas a través del manto blanco y por fin algo aparece ante su vista, parecen los restos de algo que en el pasado debió ser una villa.

Cuando sus pies le permiten llegar, observa un cartel con un nombre esculpido “Razer”, el nombre de esta villa que no debió albergar a más de 500 vidas en su interior.

No tiene que ver mucho para confirmar sus sospechas, ya hace mucho que nadie vive allí, los tejados de paja hace tiempo que se rindieron al peso de la nieve y las puertas de madera se mueven con el viento, como si este intentara recordarles que en el pasado tenían una función. Algunas casas presentan marcas de haber sido quemadas, la piedra negra así lo atestigua.

Entra en el interior de una de las viviendas, aún hay algunos muebles que permanecen ahí, esperando ser utilizados. Entra en una habitación no hay nadie allí, solo una cama mojada por la nieve con el metal corroído y cerca de ella en el suelo, una muñeca, se acerca al objeto inanimado que en un tiempo debió ser el juguete favorito de alguna niña con ilusiones y sueños. La observa e imagina la escena que debió darse allí.

Un ataque por sorpresa, la madre de la niña corrió para sacarla de su habitación, demasiado pequeña para entender, vio como la muñeca caía de sus manos y lloraba pidiendo recuperarla. Su madre intento salvarla arrastrándola, sin tiempo de explicarle nada salieron por la puerta y montaron a caballo quizás huyeron o quizás fueron capturadas.

Coloca la muñeca sobre la cama, de forma cariñosa, quizás un día alguien vuelva a vivir allí. Sale de la habitación y percibe que no esta solo, el lobo le ha seguido hasta aquí y espera en el marco de la puerta observándole. Sus orejas se levantan y gira sobre si mismo, hay algo que les observa allí fuera.

Pasea por la habitación, se gira dando la espalda al exterior, levanta su guadaña y mira en el reflejo, efectivamente algo se mueve confiado en que su presencia sigue pasando inadvertida, pero no es así.

Sin dar tiempo a que caigan sobre él, atraviesa la ventana, desprovista de cristales o puertas de madera, corre directamente hacia el objetivo. Se apoya en una piedra y salta para tener una mejor visión del entorno, solo son dos humanos y por sus caras no esperaban ser los atacados.

Se coloca entre ambos, dedica un instante a observarlos, llevan dagas y una ballesta, por su vestimenta se diría que son bandidos que se abalanzan sobre los descuidados viajantes que pueden recorrer estas tierras, sus ojos delatan que están asustados pero que pronto reaccionaran, ese momento no llegara. Se da media vuelta y ataca a quien hasta ese momento estaba a su espalda, un solo movimiento rápido de su guadaña y la cabeza cae en la nieve.

El otro bandido deja caer inconscientemente su arma. Él se gira y le observa, solo hay miedo en su rostro, la lucha ha terminado. Deja de prestarle atención, vuelve al camino y continúa su viaje.

El bandido alcanza a pronunciar unas palabras.

“¿Quién eres tú?” le pregunta. Él se gira y durante un instante sus ojos quedan visibles, dos lágrimas caen de ellos, pero no hay respuesta, se gira dándole la espalda y sigue caminando sin detenerse.

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Jue 4 Feb 2010 - 2:05

Esto empieza a ponerse interesante, pero ya hay ganas de ver al personaje interactuando con otras personas, así lo podremos ir calando mejor, que de momento se mantiene mucho en el misterio y tengo ganas de conocerlo bounce

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Sáb 6 Mar 2010 - 12:24

Lamento el retraso pero aqui esta el 4º capitulo espeo que os guste.

CAPITULO 4

El camino se despeja, la nieve se retira como la niebla en una soleada mañana y el sonido de la vida llega hasta sus oídos, por primera vez en mucho tiempo.

Una aldea rebosante de vida aparece ante él, casas de paja, vacas pastando y niños corriendo de un lado a otro. Todo parece un sueño, el sol, tímido durante las ultimas semanas se eleva ahora orgulloso sobre las montañas, atravesando las nubes, como un guerrero atraviesa a sus enemigos con su espada.

Avanza sin dilación hacia la aldea, esperando que esta no desparezca ante él como un espejismo en el desierto.

Al aproximarse se forma el silencio, su presencia acaba de trastocar la vida de los aldeanos y parece que no es bien recibido, aún así no se detiene. Demasiado tiempo a pasado en compañía de la soledad como para rehuir otras compañías.

El lobo le ha seguido todo este tiempo e incluso han compartido la comida, pero eso no le importara a esa gente. Un lobo a ojos de un ganadero es solo un peligro y nada más.

Se adentran en las calles de tierra, cada uno de sus movimientos es vigilado, él lo sabe y lo último que quiere son nuevos enfrentamientos. Sus ojos lo observan todo, hasta el mas mínimo detalle que le rodea, la mirada furtiva de una anciana tras las puertas de madera de una ventana, los ojos de los niños que se dirigen hacia él de manera inocente y curiosa, los pasos de dos hombres tras él, siguiéndole a cierta distancia como dos depredadores acechando a una presa.

Lleva sus pasos hasta una casa que parece la cárcel, allí un hombre fuma en pipa mientras le observa acercarse. Ninguno dice nada.
Se detiene delante de la puerta y observa los carteles de fugitivos que hay en la pared. Cinco en total, observa los rostros dibujados en el papel. No parece que ninguno le diga nada, son solo rostros.

Finalmente el hombre de la pipa se dirige a él “por tus pasos diría que vienes de las tierras del norte, de allí no llega nada bueno”.
No le responde se limita a mirarle, durante un instante el hombre de la pipa puede ver los ojos bajo la capucha y eso le hace recapacitar sobre las palabras que iba a pronunciar y se limita a callar y no puede evitar apiadarse de aquel desconocido que esta de pie frente a él.

Decide que allí no puede quedarse, así que sigue su camino. Nadie se interpone en su camino, a nadie le importa. Cuando alcanza el límite del poblado, algo detiene su avance, una pelota y una niña que corre tras ella, la pequeña recoge la pelota de lana y le mira dedicándole una sonrisa, él le responde de la misma manera.

Una mujer coge a la niña en brazos y se aleja de él, un momento de alegría, un simple y fugaz momento, tan dulce y tan doloroso al mismo tiempo, ya había olvidado esa sensación hace tanto perdida en las corrientes de la vida que le había tocado vivir.
Sigue andando y se aleja de aquel momento, insignificante en el firmamento, pero tan valioso que ya nunca podrá ser borrado de su recuerdo.

En el poblado el hombre de la pipa, se levanta para verle marchar, un grupo de hombres parece que quieren perseguirlo, pero los detiene.

“Que has visto en él que merezca tu confianza” le pregunta uno de esos hombres.

“Nada, no había nada en sus ojos, solo el vacio de quien sigue viviendo consigo mismo, pues no le queda nada más”.

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Mar 9 Mar 2010 - 19:27

Jou, el lobo no se ha comido a nadie, jejeje. Muy chulo el capítulo y a la espera de ir conociendo los secretos del personaje en el siguiente Very Happy

CAPITULO 5

Los pasos del caminante le llevan por las estepas de las tierras olvidadas del norte, tras varios días la comida a escaseado tanto, que el lobo que ha sido su compañía durante unos días se marchó una noche, no importaba el porqué.
Finalmente ante sus ojos se observan los muros de una ciudad, la conocida hace mucho tiempo como la fortaleza de plata, ahora olvidada por el resto del mundo, con escaso contacto exterior salvo con los comerciantes Bodacks que se atreven a atravesar las frías estepas que la rodean para hacer negocios a cambio de armas únicas y objetos que llevan la siempre interesante compañía de la palabra exótico.
Se adentra en la ciudad sin que nadie se lo impida, la muralla antiguamente poderosa y rígida, presenta ahora numerosos agujeros y no esta vigilada por soldados. Al entrar observa, sin dejar de caminar, gente que pasea por las calles, parece que pese a todo sigue habiendo bastante actividad aunque el nivel de vida ha disminuido con el paso del tiempo, antaño había soldados o gente de negocios ahora hay numerosos cazadores, caza recompensas y algunos eruditos, seguramente en busca de relatos perdidos en sus polvorientas bibliotecas. También hay gente normal, habitantes que no tienen la confianza o los medios para atravesar las estepas y abandonar esa ciudad.

Parece que hay algún tipo de rey o conde que hace cumplir la ley en la ciudad, observa a algunos hombres vestidos con túnicas de color azul, parecen guerreros, quizás pasen un tiempo aquí curtiéndose y después viajen por el mundo en busca de dinero y gloria.
Se adentra en una taberna, va a la barra y espera a que el tabernero se le acerque, mientras tanto observa a un hombre de aspecto poderoso que también esta en la barra, de unos 45 años de edad , con una barba negra que ha empezado a canearse, una piel castigada por las inclemencias del tiempo, rostro cuadrado, mandíbula grande, ojos pequeños escondidos bajo dos pobladas cejas y el cabello recogido en una coleta. En la taberna hay un par mas de personas en una mesa del fondo y otro en una mesa cerca de la puerta.
El tabernero acaba de servir al hombre de la barra y se dirige a atender al viajero, el cual le señala una jarra y deja una moneda de oro sobre la barra, el tabernero le sirve y va a coger la moneda pero alguien interrumpe su acción.
- Yo no la cogería. - dice un hombre al final de la barra.

El tabernero mira al hombre que ha pronunciado esas palabras, se trata de Esbarte, un caza recompensas y antiguo soldado. Esbarte sigue hablando al ver que no hay reacción en el forastero y el tabernero permanece petrificado ante su advertencia.
- Hacía tiempo que no veía uno como tú, pero no se olvida la forma que tenéis de moveros, incluso vuestro olor es diferente al del resto de seres vivos, eso se sabe cuando has tenido alguno muy cerca.

- Esbarte no quiero peleas aquí, me da igual lo que sea si me paga.

- Si quieres morir es lo que conseguirás si tocas algo que él haya tocado, ¿verdad sombra?

Esa palabra, sombra, hacía mucho que no la había escuchado pero si recuerda la reacción que produce en la gente. El tabernero se echa hacia atrás, alejándose de él. El hombre que está más cerca de la puerta sale de la taberna y lo mismo hacen los otros dos hombres. Esbarte por su parte coge un hacha que tenia apoyada en la barra.

- ¿Ves esto? – le señala el hacha- plata, ante esto no eres más que una abominación fácilmente destruible. No suelo matar si no me lo han encargado, pero hago excepciones con los de tu calaña.

El viajante deja el vaso y recoge su moneda de oro, se dispone a marcharse por donde ha venido. Esbarte no parece dispuesto a ello y se levanta amenazándole.

- No iras a ninguna parte, si algo he aprendido es a acabar con aberraciones como tu así que, no vas a salir por esa puerta.

El viajante hace caso omiso y lleva su guadaña utilizándola como un bastón, Esbarte pasa al ataque lanzándose sobre él, intenta rebanarle la cabeza de un hachazo pero el viajante se agacha y da un paso atrás dejando que Esbarte se coloque frente a él. El caza recompensas saca una daga de su cintura y la lanza contra el viajero, este se limita a desviarla con su guadaña momento que Esbarte aprovecha para volver al ataque con su hacha, esta vez el viajero para su ataque con su guadaña.

Esbarte retrocede, parece sorprendido por la rapidez de su oponente y sin embargo parece que apenas se mueve bajo su capa blanca. En ese momento entran en la taberna dos soldados de túnica azul, aparentemente alguien les han avisado del incidente en la taberna.

- ¿Que esta pasando aquí? ¿ Es que no podemos pasar un día sin incidentes en esta maldita ciudad?
- No habría incidentes si no tuviéramos la visita de indeseables como esa sombra – contesta Esbarte.

Los soldados se preparan para atacar al viajante con sus lanzas, este viendo que no le queda mas remedio se desprende de su capa mostrando a esos hombres lo que parecen pedirle a gritos, su piel se ha vuelto negra en gran parte, varios ojos aparecen en brazos y cuello junto con extrañas mandíbulas que se forman a lo largo de su cuerpo. Su rostro muestra unos ojos oscuros, aparentemente normales.

¿Cuánto tiempo lleva aparentando ser normal? ¿Cuánto tiempo hace que perdió gran parte de su humanidad? Solo recuerda que tiene que seguir caminando y esos hombres se interponen en su camino.

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Mar 1 Feb 2011 - 1:18

Wowo, una forma muy interesante de introducir una corrupción en escena... ese toque "humanizado" me ha gustado, así que ya irás contando como evoluciona la trama, que junto al personaje tiene su miga Very Happy

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Mar 1 Feb 2011 - 7:15

Una corrupción salvaje y completa sobre un ser humano, sí señor. Al pobre solo le quedan sus instintos y poco más, a saber hasta dónde llega...

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Miér 2 Feb 2011 - 9:39

Me encantan los relatos! están chulísimos y el personaje corrompido que no pierde su humanidad pasada. Muy chulo! cheers

Tema: Re: Relatos de las tierras olvidadas Jue 3 Feb 2011 - 2:45

Me alegro que os guste porque estoy preparando el siguiente capitulo y nos acercamos al final, quiero que sea muy especial, a ver si consigo darle el punto que tengo pensado.

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