Llega a la posada del Amigo del Camino. Entra como una persona que ha estado en muchos sitios y ha salido con la cabeza en alto, algunas veces pero con algún que otro rasguño.
Parece la posada un lugar cálido, tal vez esta noche pernocte en esta posada. Me dirijo a la barra. Hay poca gente, tal vez sea por el tiempo o por las fechas.
Dirijo mi mirada a un hombre mayor con un delantal que habrá conocido días mejores.
- Buenas os aguarde, maese posadero. Desearía una habitación para pasar unas cuantas noches- le comento en un tono jovial y amistoso.
- Pues claro, tenemos unas habitaciones disponibles y excelentes limpias - Responde el posadero mostrando una sonrisa que deja entrever unos dientes descuidados.
Cuando me dice que están limpias, sino tan limpias como su delantal, dudo mucho comprenda el significado de limpio o el apropiado uso del jabón.
Acordamos el precio de las habitaciones, ni muy cara, ni muy barata
- Me tiene que rellenar este papel, es normativa obligatoria del Nuevo Imperio- comenta el posadero con desdén.
No tengo problema en rellenar el papeleo. Leo con atención su contenido, parece que esa una parte de un registro aduanero y la relleno:
Nombre: Oprimare.
Profesión: Medico barbero
Motivos de estancia: Conocer mundo y entablar buenas relaciones.
Que aporta esta posada: Conocimiento de distinta índole y ayudante para tareas concretas.